Durante muchos años compartí en este blog recetas, aprendizajes sobre alimentación consciente, anécdotas de la vida en Francia y algunas reflexiones sueltas sobre mi proceso personal. Fue una especie de diario abierto donde cocinaba, escribía y me dejaba encontrar.
Hoy este espacio se transforma.
Después de todo ese camino (de volverme arquitecta, mudarme de país, formarme como coach ontológica y atravesar mis propios derrumbes internos), entendí que el verdadero trabajo no estaba ni en el plato perfecto ni en el país correcto. Estaba en casa. En la mía. En la que habito por dentro.
Por eso, nace este nuevo blog. Una bitácora más madura, pero no menos cercana. Un espacio para seguir construyendo, pero ahora desde adentro hacia afuera.
Acá vas a encontrar reflexiones sobre patrones humanos, herramientas emocionales, metáforas cotidianas, ideas para encender la chispa interna y muchas preguntas (de esas que no buscan respuestas, sino movimiento).
Y si te cruzás con alguna receta vieja o con una historia que ya no me representa del todo, te invito a leerla como parte de una versión anterior de mí. No la borro, la honro.
Porque también eso es arquitectura emocional: saber qué muros sostener, qué estructuras reformular y qué dejar como testimonio de lo vivido.
Bienvenid@ a este nuevo hogar digital. Pasa, ponete cómoda. Y si algo te toca, escribime.
Florencia Guerra Coach ontológica ·
Arquitecta de hogares internos